Archivo Amable Perú, 2020
Todo empezó como jugando a inicios del 2020. Como parte de una actividad de inducción en Amable Perú fui parte de un taller de diseño centrado en el usuario. Debía llevar a cabo todo el proceso y decidí centrarme en la necesidad de capacitación en diseño para la transformación digital. Definí la hipótesis del problema y de los potenciales usuarios. Justo antes del inicio del campo inició la pandemia. Decidimos continuar en digital. Realicé el campo con amigos y conocidos en una de las primeras celebraciones de cumpleaños por zoom y validé/invalidé mi hipótesis. Sobre certezas comencé a construir las capacitaciones de la mano de un equipo asignado de la empresa, comenzamos a involucrar a líderes y consultores senior en la facilitación y preparamos un piloto inicial para friends and family a un precio asequible. Lo lanzamos y vendimos.
Los pilotos fueron un éxito y por eso nos dieron espacio para recoger insights y armar un modelo de negocio. Todo estaba claro y sabíamos por donde ir, el único problema era que necesitábamos financiamiento. Al mismo tiempo, varios proyectos se comenzaron a reactivar. El proyecto quedó en stand-by y al final nunca vio la luz pero fue un caso de aprendizaje interesante y luego utilizamos nuestro aprendizaje para otros proyectos de educación en los cuales estuvimos involucrados.